miércoles, 9 de febrero de 2011

EL FIN DE UNA ESTRATEGIA

ALTO EL FUEGO DE ETA, NUEVO PARTIDO DE LA IZQUIERDA ABERTZALE:

EL FIN DE UNA ESTRATEGIA

ETA ha anunciado el pasado 10 de enero, un "alto el fuego permanente, general y verificable". Batasuna ha anunciado el 7 de febrero la fundación de un nuevo partido de la Izquierda Abertzale que "rechaza" la violencia, incluida la de ETA. Es el fin de la lucha armada. La razón de fondo no está en la represión, está en la debacle del modelo guerrillerista, interclasista, "antiimperialista" y nacionalista, en últimas, stalinista, que ha venido impulsando la izquierda abertzale.

"Alto el fuego permanente, general y verificable"
Desde el anuncio en el video que ETA pasó a la BBC el pasado 5 de septiembre, la actividad armada de esta organización prácticamente cesó. El pasado 10 de enero se hacía público un comunicado de ETA, donde anunciaba un alto el fuego permanente, que marca en fin de la lucha armada. El 7 de febrero, se anuncia en un mitin en Bilbao, con presencia de importantes portavoces de la "ilegalizada" Batasuna, la formación de "Sortu", el nuevo partido abertzale que "rechaza" la violencia en "cualquiera de sus formas" para obtener objetivos políticos, incluyendo la de ETA.
La reacción del conjunto de fuerzas políticas y medios de comunicación del régimen ha sido unánime: el comunicado no tiene importancia, no dice lo suficiente, ETA ni se desarma, ni se disuelve, ni siquiera cumple todo lo que la izquierda abertzale le pide, ésta "rechaza" pero no condena las acciones de ETA y no lo hace con carácter retroactivo, etc. La razón de su nerviosismo es clara: cada vez que se anunció una tregua, los resultados electorales de la izquierda abertzale suben como la espuma. Y las elecciones municipales están previstas para el 22 de mayo, quieren evitar que este alto el fuego permita a Sortu cumplir con la Ley de Partidos y capitalizar esta reacción popular.
Pero no nos debe engañar este ruido mediático. Lo que ha dicho ETA es importantísimo y nuevo. Aunque no "anuncien su disolución", lo que sería suicida, lo que han hecho significa el fin de la "lucha armada" y de hecho, el fin de toda una estrategia que no se reduce en absoluto a ella.
La razón de fondo no está en el recrudecimiento de la actividad represiva del Estado (de la que la vergonzosa Ley de Partidos es la más ominosa muestra), porque aún así no se ha llegado a la situación que se daba bajo el franquismo, y ésta no detuvo sino que sirvió para impulsar al independentismo armado. Es verdad que esta represión constante ha tenido su papel en crear un enorme desgaste en su base, que ve cómo después de tantos años de enfrentamiento todo lo conseguido son varios cientos de presos diseminados por todos los rincones, todas sus organizaciones ilegalizadas, una capacidad operativa bajo mínimos y un gobierno abiertamente españolista en Vitoria-Gasteiz. Pero la verdadera razón del alto el fuego está en el callejón sin salida de una estrategia, de toda una concepción de la lucha, que no tiene nada de vasca sino que es internacional.

El fin del nacionalismo guerrillerista stalinista
Se trata del modelo guerrillerista, interclasista, antiimperialista, nacionalista, el modelo del IRA, la OLP, el FMLN, el FSLN, etc. No se trata de un fenómeno vasco, sino de un fenómeno que se dio en todo el mundo colonial y semicolonial y también en muchas naciones oprimidas en Europa, y que en última instancia dependía del stalinismo.
Se trataba de la concepción del enfrentamiento armado contra el imperialismo y/o la nación opresora, como "vanguardia armada del pueblo", del pueblo en general, con todas las clases sociales unidas menos la minoría vendida al opresor, porque no era el momento de dividir fuerzas.
Al mismo tiempo, en casos como el de Euskadi, se denunciaba a la clase obrera inmigrante como "quinta columna" del estado opresor, y por esa razón, se oponían a una estrategia de unidad sindical y de frente único obrero, poniendo en su lugar la división de la clase por líneas nacionales.
Así, la oposición entre proletariado y burguesía quedaba relegada frente a la oposición nación oprimida-nación opresora. Debido al carácter desigual de la lucha, se justificaba la subordinación de toda la lucha de masas a la organización militar. Se construían por tanto, organizaciones que rechazaban la lucha de clases, la organización independiente del proletariado y la lucha por el poder obrero, tanto en los casos que se proclamaban simplemente "nacionalistas" como en los que se proclamaban además "marxistas-leninistas", como es el caso de ETA, en los que la ideología interclasista, frentepopulista, de revolución por etapas del stalinismo aparecía como la receta prefabricada para poder proclamarse partidarios del "socialismo" y al mismo tiempo explicar que todavía no toca luchar por él. La existencia de la URSS (y otros estados obreros burocratizados) proporcionaba la necesaria retaguardia.
Dentro de esta corriente, había organizaciones que se daban el objetivo de derrocar al régimen y tomar el poder, y organizaciones que, como las FARC, simplemente pretendían presionar sobre éste, al ser estratégicamente más débiles. A esta última categoría pertenecía ETA. Esto es lo que hemos conocido como "reformismo armado", en el que la función de la guerrilla era conseguir una negociación con el estado, no derrocarlo.
Todo esto ha muerto, al caer su premisa. La restauración del capitalismo en la URSS y en casi todos los estados obreros deformados burocráticamente ha producido un giro brutal a la derecha de todos los aparatos del movimiento obrero y popular. Como parte de este giro a la derecha, todas las organizaciones nacionalistas, "antiimperialistas", guerrilleras, del mundo abandonan no sólo las armas sino también la lucha, no la lucha por el socialismo, que nunca emprendieron, sino la luchad contra el imperialismo, y se integran en sus respectivos regímenes (ver los casos del FSLN nicaragüense, el FMLN salvadoreño, los Tupamaros uruguayos (hoy dentro del Frente Amplio) todos los cuales están hoy gobernando sus países con un programa de mantenimiento del capitalismo).

El caso vasco
En Euskadi es igual. ETA empezó como movimiento puramente nacionalista, después se declararon guerrilleros antiimperialistas, finalmente se autodefinieron como "marxistas-leninistas". Sin embargo, por tres veces hicieron pie en la clase obrera y su frente obrero rompía criticando al "militarismo" y la "estrechez nacionalista". Las escisiones sucesivas dieron lugar en 1966 a ETA-Berri, luego Komunistak y luego MC (Movimiento Comunista, en euskera EMK, Euskadiko Mugimendu Komunista), en 1970 a la LKI, Liga Komunista Iraulzailea (la LCR (Liga Comunista Revolucionaria) vasca, desde 1991 EMK y LKI forman Zutik) y en 1973 a ETA político-militar, que en 1977 formó a EIA (Euskal Iraulzarako Alderdia), que a su vez ese mismo año formó Euskadiko Ezkerra con el EMK (la exEIA se incorporó al PSE - PSOE en 1993).
Finalmente consiguieron base obrera formando el sindicato LAB en 1974, pero esto significa que el actual MLNV (Movimiento de Liberación Nacional Vasco) es el resultado de una depuración de años de los elementos más clasistas, de tal manera que fue quedando lo más puramente nacionalista. Esto no significa en absoluto que la política de las escisiones fuera verdaderamente clasista. Zutik hoy es izquierda posmoderna y EIA está en el PSOE.
El MLNV es un proyecto de frente popular en sí mismo, contiene todas las clases representadas directamente o a través de sus portavoces, tanto el proletariado como la burguesía. Por eso nunca consideramos a sus expresiones políticas, Herri Batasuna, Batasuna y ahora Sortu como partidos obreros reformistas sino como organizaciones pequeñoburguesas. Uno de los partidos que fundaron la coalición HB, que luego ha servido de "sello legal" de la izquierda abertzale, fue ANV, un partido abiertamente burgués. Y una de las figuras públicas de HB era Telesforo Monzón, el Consejero de Gobernación por el PNV del gobierno autónomo vasco de Aguirre durante la guerra civil, el encargado de luchar contra las colectivizaciones y las milicias de la CNT y el POUM, es decir, de luchar contra la revolución proletaria.

El significado del "alto el fuego"
Estamos a favor del alto el fuego, estamos a favor de que ETA deje las armas porque ahora mismo son un obstáculo para unir las luchas contra el régimen, defendemos su derecho a negociar con el Estado Español la solución para sus presos, y como los consideramos luchadores democráticos contra el régimen, defendemos la amnistía para ellos y la aplicaríamos si la clase trabajadora llegara al poder. Y, claro está, defendemos la liberación inmediata de Otegui y la legalización del nuevo partido abertzale.
Pero no nos engañamos, el "fin de la lucha armada" y la "priorización de la acción política" no significan retomar la lucha de masas por el socialismo. Es un fenómeno íntegramente reaccionario. Lo que están haciendo es formar un frente popular que incluya a la burguesía directa y no sólo nominalmente, en la persona de Eusko Alkartasuna (con la que han formado Euskal Herria Bai). De este modo se integran totalmente en el régimen.
Esto no significa que vayan a derechizar su vocabulario, todo lo contrario, ahora hablarán más que nunca de la clase obrera y de la lucha por el socialismo. Como stalinistas, tienen que demostrar que son los representantes de la clase obrera dentro del frente popular. No se ve por ninguna parte una corriente de izquierda que retome la lucha proletaria por el socialismo, aunque podría aparecer una corriente que se quede en la fase anterior, al estilo del IRA auténtico.
El problema es que para volver a las elecciones, el régimen les va a exigir una capitulación total. No la simple "condena de la violencia" sino la aceptación de la monarquía y el estatuto de Gernika. Es difícil creer que esto se consiga sin roces con sectores de activistas.
Lo que denunciamos como inicio de integración en el régimen es su política de hacer un frente con organizaciones nacionalistas burguesas, no que quieran presentarse a las elecciones, cosa que defendemos.
En últimas, el problema reside en su nacionalismo (abertzale significa "patriota"). Lo que hace imposible la autodeterminación en España es el régimen, el Rey que puso Franco a la cabeza del ejército que según la Constitución es el garante de la unidad del Estado, no el Parlamento. La única forma de que una nacionalidad oprimida consiga ejercer su derecho a la autodeterminación es reventar el régimen. Y el régimen no puede romperse (o debilitarse cualitativamente, como la URSS de Gorbachióv cuando Estonia, Letonia y Lituania consiguieron la independencia) salvo si se desata la lucha obrera y popular en toda la península. Pero hasta ahora el movimiento abertzale impedía toda solidaridad efectiva fuera de Euskal Herría. Las acciones de ETA los aislaban del conjunto de la clase trabajadora y además, nunca coordinan sus luchas con el resto del Estado (como se vio en la huelga general del 29-S).
La descomposición del MLNV a corto plazo es una derrota, pero a largo plazo es necesaria para que llegue a formarse un partido revolucionario, obrero y no del "pueblo trabajador", defensor del derecho de autodeterminación pero no nacionalista, que no defienda un "frente del pueblo" contra la nación opresora sino la unidad obrera y la alianza con los sectores explotados contra el capitalismo, que no divida los sindicatos según fronteras nacionales, que sea un partido de ámbito estatal y sección de un partido mundial, que no luche por el "socialismo en un solo país" aunque sea el país vasco, sino por la revolución socialista internacional. En esto estamos el GCI.
Grupo de Comunistas Internacionalistas
8 de febrero 2011

-Por la derogación de la Ley de Partidos, por la legalización de Sortu
-Contra la persecución judicial a los abertzales, por el restablecimiento de las libertades en Euskadi
-Por el reagrupamiento de los presos, por la amnistía. ¡Libertad inmediata para Otegui!
-contra el gobierno capitalista-españolista de Patxi López y el PP
-No al frente nacionalista, no a la alianza con EA, no a la división sindical sobre líneas nacionales, por la organización independiente de la clase trabajadora
-por un partido obrero revolucionario, único a nivel estatal, que una a los trabajadores vascos y de fuera,que levante un programa de derecho de autodeterminación ligado al derrocamiento de la Monarquía

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