martes, 7 de junio de 2011

TESIS SOBRE EL MOVIMIENTO 15M Y LA ACTITUD DE LOS COMUNISTAS

TESIS SOBRE EL MOVIMIENTO DE LOS INDIGNADOS Y LA ACTITUD DE LOS COMUNISTAS REVOLUCIONARIOS INTERNACIONALISTAS
por el Grupo de Comunistas Internacionalistas
(Resolución aprobada por la asamblea del GCI el 5 de junio de 2011)

1) El movimiento de los "indignados" o "Movimiento 15M", surgido a partir de las manifestaciones multitudinarias celebradas el día 15 de mayo, convocadas por Democracia Real Ya, es el hecho fundamental de la actual coyuntura política. Se trata de un movimiento que ha alcanzado un impacto de masas y ocupa el centro de la situación.

2) El movimiento ya partió con fuerza desde esas manifestaciones. Sin embargo, en plena campaña electoral, lo que lo convirtió en un fenómeno de masas fue la acampada de Madrid... o mejor dicho, el intento de desalojo de la acampada. Eso fue lo que desencadenó las acampadas en casi 60 ciudades, de la misma manera que el intento de desalojo de la acampada de Barcelona el 27 de mayo ha reforzado las acampadas en todas partes, incluyendo la de la propia Barcelona.

3) Las acampadas convierten al movimiento en un fenómeno de masas por su misma presencia física en sitios simbólicos de cada ciudad, sobre todo la "ciudad estado autogestionaria" de Sol que se ha convertido en el referente de todas, en ausencia hasta el fin de semana 3-5 de junio de coordinación formal a escala del estado. Las acampadas se han convertido en un polo en el que convergen desde protagonistas de distintas luchas hasta gente en general curiosa que se acerca para mirar o para dejar constancia de su "indignación".

4) Aunque las acampadas desde el primer momento han desarrollado de forma espontánea un sistema asambleario (completado con una plétora de "comisiones") y se han erigido, cada una, en "entes autónomos", la columna vertebral del movimiento siguen siendo DRY y otros grupos con los que colaboró para organizar el 15 de mayo, entre los que merecen especial atención "juventud sin futuro" y "#nolesvotes".

5) El combustible que impulsa este movimento, que está lejos aún de estar agotado, es la "indignación" de amplios sectores sociales con las consecuencias de la crisis económica, así como la impotencia que sienten cuando ven que los dos partidos mayoritarios comparten las mismas medidas que los machacan y las presentan como "inevitables" debido a la presión de los mercados.

6) Ahora bien, hay que entender que esta crisis, la más profunda del capitalismo desde 1929, está haciéndose sentir con fuerza sobre los más variados sectores sociales, a excepción de la oligarquía (la gran burguesía). Por ejemplo, la falta de trabajo afecta no sólo a los hijos de los trabajadores, sino también a los hijos de la burguesía que ven que sus títulos universitarios no sólo no les garantizan empleo, sino que cuando lo hacen, es para uno precario. El problema de las hipotecas recorre todas las clases sociales excepto la gran burguesía. Etc, etc.

7) La premisa de este movimiento es la ausencia total de la clase obrera como alternativa a este malestar. Los partidos obreros son: la socialdemocracia que está en el poder y es la que directamente aplica las medidas, y el PCE, escondido tras una IU con un vocabulario "ciudadano", que es vista por amplias capas como un apéndice del PSOE. En algunos países, el desprestigio de los aparatos políticos obreros reformistas, tanto socialdemócratas como stalinistas, a veces permite a la burocracia sindical jugar un papel "político" de sustitución, convirtiéndose en el único polo de defensa de las conquistas inmediatas de los trabajadores. Pero en España, las burocracias de UGT y CCOO, lejos de esto, pasaron de una tímida oposición a las medidas, una huelga general casi fracasada mediante, a directamente convertirse en cómplices, mediante la firma del ASE. En estos mismos momentos están preparando una nueva traición equiparable, porque ya estaban dispuestos a firmar la reforma de la negociación colectiva cuando lo ha impedido la revuelta del sector más duro de la patronal.
A su vez, todo esto es posible por la enorme desmovilización que vive la clase trabajadora. Aunque aún no está aplastada y mantiene reflejos (por ejemplo, todos los analistas piensan que el éxito final de la huelga general del 29 de septiembre se forjó en los cuatro o cinco días antes, cuando la enorme campaña reaccionaria contra la huelga despertó los reflejos que le quedan a la clase), es evidente que la situación no es un ascenso. CCOO y UGT están desmoralizando a la clase trabajadora, pero no se puede decir que la estén deteniendo. Este estado estacionario de la clase, explicación última también de la parálisis de la CGT y el resto de la izquierda sindical, es la que ha convertido a la clase trabajadora como sujeto autónomo en un ausente del movimiento, aunque participen muchos trabajadores como base o activistas.

8) Es un hecho que las nuevas tecnologías de la Información pueden cambiar la realidad. Su papel sin embargo es asimilable al de un catalizador en una reacción química: aceleran enormemente procesos que de otro modo serían lentos, incluso tan lentos que ni se darían. Pero no influyen en absoluto en qué procesos se van a dar. Ni siquiera pueden cambiar el sentido de los procesos, que viene determinado por otros factores. Aunque toda comparación cojea, ésta es suficientemente buena. Un sector social determinado está usando nuevas herramientas (la web, redes sociales, twitter...) para organizarse a sí mismo como una vanguardia capaz de arrastrar a grandes sectores sociales detrás suya. Lo vimos en Serbia, lo vimos multiplicado por mil en Egipto y lo estamos viendo en España. En todas partes ese sector social es el mismo: está ligado a la Universidad, como estudiante o más bien recién licenciado (o profesor universitario joven), también como parados o precarios con título universitario.
Este sector no es directamente burgués. Pero es un caso límite, porque se trata de trabajadores vendedores de una fuerza de trabajo muy especializada, con un precio tan elevado que muchas veces les permite acumular capital. Su aspiración "natural" como sector social sería convertirse en cuadros altos de las empresas o la administración, incorporándose a la burguesía por esa vía. Pero este camino está cortado por la crisis. Ésa es la razón de su indignación (aunque muchos de ellos ni siquiera lo racionalizan).
En las propuestas de DRY, que están elaboradas con mucho cuidado por expertos en comunicación para que pueda ser asumida por el mayor número de gente posible, "más conservadora o más progresista", hay sin embargo reivindicaciones escritas en el espíritu de este sector específico. Por ejemplo, se pide que se contraten médicos hasta que se acaben las listas de espera en la sanidad pública. O se pide que se contraten maestros en la enseñanza pública hasta que baje la ratio. Ambas reivindicaciones, correctas y asumibles, están expresadas desde el punto de vista del titulado universitario que espera que de ese modo le contraten.
Resulta preocupante que no hayamos visto este análisis en ninguna organización de izquierdas, incluso en las que sí lo hicieron para Egipto, con apenas excepciones parciales. Todas hablan de "sectores" ideológicos, "de derechas", "moderados", "radicales", etc, en el Movimiento, pero ninguna hace un análisis sociológico.

9) La caracterización sociológica del sector a la cabeza del Movimiento 15M, como la del movimiento 6 de abril de Egipto, siguiendo con la metáfora del catalizador, no nos dice nada sobre el carácter social del movimiento que han detonado. El movimiento es de masas porque de ninguna manera está circunscrito a este sector social. El movimento arrastra sectores mucho más amplios, no sólo de trabajadores, parados, jubilados, sino también de autónomos y pequeños empresarios. Es un movimiento interclasista, aunque los sectores pequeñoburgueses clásicos o directamente burgueses que atrae sean mínimos. Parece que un sector social al que apenas atrae es a los inmigrantes.

10) El carácter ambiguo, proteico, del movimiento, con múltiples asambleas que votan y re-votan reivindicaciones, el hecho de que DRY, aunque esté detrás, ni sea considerado ni se arrogue la dirección del movimiento, ha dado lugar a una inflación de plataformas y propuestas. La enorme ambigüedad del movimiento es en realidad una de sus fortalezas, ya que permite a sectores sociales distintos e incluso contrapuestos, ver en el movimiento lo que quieren ver.
Sin embargo, si se trata de un movimiento y no de una moda es porque sí hay varias "ideas-fuerza" que acepta el grueso de los participantes, no sólo de los activistas sino que los que acuden a movilizaciones o lo defienden en sus lugares de trabajo o barrios. Negarlos en nombre de que en nosedónde se votó nosequé sería engañarse uno mismo.

11) El movimiento se nutre de un descontento producido por las penalidades que causa en la población la crisis económica. En la plataforma de DRY hay una defensa de los "derechos sociales". Sin embargo, como no podía ser de otro modo siendo un movimiento impulsado por un sector social semiprivilegiado, que hasta ahora estaba sumido en el más absoluto conformismo, todo este descontento lo desvían hacia el sistema político exclusivamente. Todos los males que sufre la población se deben a que los políticos no escuchan al pueblo. Más allá de proclamas o panfletos concretos, la masa de gente que sigue al movimiento lo ve como un movimiento contra el "bipartidismo", un movimiento contra los dos partidos, PSOE y PP vistos como una "casta política", aferrada al poder y sus privilegios, que obedece a los banqueros y es inamovible, que "no nos representa".
Como el movimiento se basa en la "indignación" y no en ideas en positivo, otra de sus señas de identidad es un asamblearísmo furioso, que no se deriva de ninguna concepción previa sobre la sociedad futura sino de una desconfianza total hacia todo aparato, dirigente, etc.
Con la desconfianza se puede decir que pasa lo mismo que con el escepticismo. Lo bueno es tener un poco. Pero la desconfianza extrema no es mejor que el escepticismo extremo (que es el refugio de los que no niegan la religión ni la superstición diciendo que tampoco "creen en la ciencia"). Los sectores reaccionarios se apoyan en esta desconfianza para impulsar su línea. Ellos dicen que no son "apolíticos" sino "apartidistas" y "asindicales"; pero en realidad son "antipartido" y "antisindicato" y su hostilidad va dirigida muy especialmente hacia las organizaciones de la izquierda revolucionaria.
Clase contra Clase y Corriente Roja hacen una muy correcta polémica en favor del reconocimiento del papel de las organizaciones obreras y del reconocimiento del derecho de las minorías en un funcionamiento verdaderamente democrático. Pero ambos creen que polemizan con sectores "autónomos" o anarquistas. Ojalá la polémica, como en el movimiento antiBolonia, fuera contra esos sectores. Aunque existen en el movimiento, la fuerza detrás de esta línea es el sector "por encima de la distinción entre derecha e izquierda" que dirige el movimiento, cuyo "libro de estilo" dice que permitir la aparición como tales de partidos y sindicatos acabaría con la ambigüedad que es la base de su fuerza y alejaría del Movimiento a ciertos sectores. A los sectores más burgueses, podríamos añadir.
Que este es el problema se ha visto en Málaga, donde se celebró este año el Día de las Fuerzas Armadas. Se formó una plataforma contra la celebración que convocó movilizaciones, pero la acampada se desvinculó totalmente de forma agresiva; su justificación era que atacar al ejército se alejaría del Movimiento 15M a sectores de ciudadanos.

12) los límites del movimiento se entienden mejor si nos damos cuenta de que se basan no sólo en la espontaneidad sino también en el plan consciente de sus iniciadores. Éstos siguen pautas desarrolladas en las movilizaciones similares que hemos visto en las repúblicas exsoviéticas, en Serbia o en Egipto y que han sido sistematizadas por el teórico norteamericano Gene Sharp. Una de sus normas es que el movimiento sólo debe impulsar lemas y objetivos que sean tan abrumadoramente populares que hasta los adversarios finjan estar a favor, mientras se evitan cuidadosamente no sólo los que no sean mayoritarios, sino muy especialmente los que sean polémicos y provoquen encono.
Los dos temas que más escandalosamente están ausentes de este movimiento, convirtiéndolo en un movimiento de simple remozado del régimen y no verdaderamente democrático consecuente, son la república y la autodeterminación. El movimiento es hostil a cualquier mención de la república o cualquier ostentación de sus símbolos. Podríamos decir que es monárquico por omisión, pero en el caso de la opresión nacional es algo más.
Y naturalmente, de derogar la Ley de Partidos y de papeles para todos no se habla en ninguna asamblea, aunque se pongan a discutir todo tipo de cuestiones menores.

13) El sector "derechista" del movimiento, que es derechista, pero no nuevo, estuvo siempre ahí, se basa en esta percepción pública para intentar una "reconquista" del movimiento, que se ha "escapado" un poco debido a la proliferación de acampadas. Su herramienta fundamental es el "consenso de mínimos", un programa de cuatro puntos que aprobaron en Madrid (nadie sabe cuándo, debió aprobarse el viernes 27, no lo hizo, se aplazó al domingo 29. No hay confirmación de que lo hiciera pero todo el mundo lo da por hecho. En las acampadas por localidades se ha llevado el mismo programa: en Sevilla se aprobó el 26 parece ser).
Estos cuatro puntos se limitan a remozar el sistema electoral, pidiendo cosas incluso más reaccionarias como "verdadera separación de poderes". Aparentemente, la fuente del "consenso de mínimos" y su argumentación (para aplicar medidas hay que democratizar el país de verdad; olvidemos las medidas hasta conseguir elecciones libres y limpias, cosa que haremos consiguiendo estas reivindicaciones) procede de "#nolesvotes".
"#nolesvotes" era al principio el nuevo nombre de la red formada para luchar contra la Ley Sinde. Su cambio de nombre se debió a que, cuando parecía que habían conseguido que se retire, PP, PSOE y CiU se reunieron (gracias a Wikileaks sabemos que con ayuda de la embajada americana) y acabaron votándola. De ahí eso de que no haya que votar a PP, PSOE y CiU (¿y al PNV sí?). Pero Enrique Dans, un experto en nuevas tecnologías, profesor en distintas universidades norteamericanas y escuelas de negocios, rostro visible de "#nolesvotes", parece que quiere hacer realidad las previsiones que hacía en uno de sus libros, de que Internet se convertirá en la herramienta de las próximas revoluciones. Fue él quien impulsó la politización de "#nolesvotes" y su apoyo al 15M.
De todos modos, aunque DRY mantiene sus propuestas originales, que incluyen también la defensa de los servicios públicos, en la práctica parece ser que está apoyando en todas partes el "consenso de mínimos".

14) Las acampadas son muy variadas. Sin embargo, da la impresión de que el eje de variación es el tamaño de la ciudad concernida. Cuanto más pequeña la ciudad, más "radical", más "izquierdista" la acampada. En Palma de Mallorca, en Terrasa, por lo visto en Murcia, se aprueban programas anticapitalistas y llenos de reivindicaciones obreras. Por el contrario, cuanto más grande es la ciudad, más dominada por la derecha está. El ejemplo paradigmático es Sol, donde se puede hablar de espiritualidad o Tai Chi pero no de la república ni del socialismo. Pareciera que una excepción es Barcelona, una asamblea radicalizada en una gran ciudad. Pero es excepción, no norma.

15) Es posible, aunque no lo sabemos, que estuviera planeado acampar en Madrid. Desde luego lo que está claro es que nadie planeó montar la ciudad de Sol ni que se extendiera a todas partes. Las acampadas han acabado por tener una dinámica propia. Si alguien pensó al principio que estaría bien que duraran hasta el día de las elecciones, ya han sobrevivido una semana y van a durar más. El domingo 30 de mayo, la dirección se esforzó por hacer votar a la acampada que se levantase, pero fue derrotada.
Las acampadas fueron declaradas ilegales por la Junta Electoral Central y diversas Juntas Electorales Provinciales (después de que el recurso de IU fuera desestimado). Por una parte este es uno de los rasgos más positivos del movimiento, el que represente una movilización ilegal por fuera de los cauces del régimen. Por otro lado, es obvio, como gritan los periódicos de derechas, que las acampadas viven por gracia de Rubalcaba. El PSOE sabía que lejos de salvarse de la debacle, aumentaría la profundidad de su derrota electoral si reprimía las acampadas, como notaron tras el primer intento en Madrid. Por eso el PSOE, sin atreverse a personarse directamente, ha estado haciendo guiños a los acampados.
Además, la estúpida impaciencia de CiU con su ataque a la acampada de Barcelona ha dado nueva vida a las acampadas. Esa es la razón de que se mantengan. Ahora bien, esta situación empieza a hacerse insostenible.

16) Como es evidente que no se pueden mantener acampadas hasta el infinito, como los estudiantes tienen ahora exámenes de junio y luego viene el verano, está claro que hay que levantar las acampadas. ¿Qué hacer entonces? Dos propuestas principales (no contradictorias) están recorriendo las acampadas. Una es llevar la movilización a los barrios, convocando asambleas allí con intención de continuidad. La otra, en Barcelona, no parece que se asuma en otras partes, es enviar comisiones de "acampados" a las fábricas y empresas a convocar asambleas y agitar.

17) ¿Cuál es la actitud de la burguesía ante el movimiento? La "gente de orden" es unánimemente hostil. Su partido, el PP, y su prensa, ante todo "ABC" y "La Razón" consideran al 15M un movimiento de perroflautas que son rojos y abertzales camuflados. Esta gente no está "indignada", lo tiene muy claro. La culpa de todos los males de la crisis la tiene Zapatero. En cuanto llegue Rajoy, el silente, todo se arreglará. Todos los estudios indican que la emergencia del Movimiento 15M ha tenido efectos sobre el electorado de izquierdas, aumentando la abstención, el voto en blanco, el voto a IU y a UPyD (procedente de la izquierda) y la caída de los votos al PSOE. Sin embargo los seguidores del PP no se han visto afectados. Y los seguidores del PP conforman el grueso de la burguesía, el campesinado medio y rico y los sectores reaccionarios de la pequeña burguesía y la clase media asalariada (funcionarios, etc).
Sin embargo, el movimiento tiene como política consciente conseguir apoyo burgués. Por ahora las únicas corrientes burguesas que se acercan al movimiento son fascistas o "semifascistas" (en realidad, ultraliberales, "libertarias", etc), aunque con un éxito ínfimo.
Pero no debemos perder de vista que la capa social que encabeza el movimiento forma parte de la "generación perdida"; mientras que Nuevas Generaciones o las Juventudes Socialistas están llenas de viejos, el relevo a la actual generación de políticos burgueses tendrá que venir de algún lado. Podría ser éste. El rechazo de la burguesía como clase social a este movimiento no lo caracteriza socialmente "de rebote"; de la misma manera la burguesía francesa de principios del siglo XIX rechazaba enérgicamente el movimiento juvenil artístico del "Romanticismo" que, como explicaba Plejánov, era un movimiento íntegramente burgués.
Por eso, aunque no parece que haya una participación real de la organización, no es de ninguna manera casual que los lemas y reivindicaciones que va elaborando el movimiento se ajusten como un guante al "Manifiesto. Por un nuevo partido" de UPyD, un partido burgués.

18) ¿Cuál es el futuro del movimiento? Aunque los dirigentes del movimiento se inspiran sobre todo en Egipto, todo el mundo tiene claro, incluyéndoles a ellos, que no van a detonar ninguna revolución, por más que así la hayan bautizado en inglés: "#spanishrevolution". En Egipto el Movimiento 6 de abril también se presentaba por encima de las ideologías y de los partidos, pero centraba su agitación contra la figura de Mubarak. El Movimiento 15M ni siquiera habla de Zapatero o el Rey, no ha hecho ni un balance de las elecciones del 21 de mayo. Si comparamos el Movimiento 15M de España con el Movimiento 6 de abril de Egipto, si comparamos la plaza de Sol de Madrid con la plaza Tahrir de El Cairo, se nos viene a la memoria el famoso aforismo que Marx tomó de Hegel: "la historia siempre se repite; pero la primera vez como drama y la segunda como farsa". No va a salir ninguna revolución de Sol.
En el Movimiento está instalada una discusión sobre perspectivas. Como la falsa "izquierda" del movimiento, atrincherada en muchas acampadas y comisiones, que tiene fantasías autónomas, levanta posiciones utópicas, sobre que las acampadas son "territorios liberados", que hay que desarrollar la democracia desde abajo, directa, contra la democracia representativa, (por ejemplo, a través de las asambleas de barrios), el ala derecha tiene bastantes opciones de ganar imponiendo el "consenso de mínimos" y centrándose, bajo el razonamiento de que el movimiento necesita un triunfo para continuar, en cambiar la Ley Electoral mediante la presión a los partidos políticos.
Parece que la reunión estatal de acampadas, "#interacampadas" de los días 3-5 de junio ha sido un avance en este plan. En el resumen de la reunión no aparece que se haya aprobado el "consenso de mínimos" tal cual, con sus cuatro puntos. Sin embargo, se han aprobado tres puntos por casi unanimidad y tres por amplia mayoría de acampadas. De estos seis puntos, uno es "control social de la banca" y los otros cinco son los tres puntos del "consenso de mínimos" explicado de otra forma. Es un paso más para que todo el movimiento se centre en el cambio de la ley electoral.
El problema que tienen los que impulsan esta orientación es que, aunque hay mucha gente hablando de ILP, la Ley Electoral es una ley orgánica, por lo que no se puede modificar así. En ausencia de perspectivas revolucionarias, la única salida "pragmática" es convertirse en un grupo de presión sobre PP y PSOE para que pacten cambiar la ley.
La especulación de algunos en torno a que el Movimiento se transforme en un partido nos parece vana. Cualquier paso en este sentido vaciaría al movimiento, que se ha creado precisamente a partir del rechazo a los aparatos electorales. Más bien lo que podría acabar habiendo es una especie de división del trabajo con UPyD, que está condicionando pactos postelectorales con otras fuerzas al apoyo a la reforma de la Ley Electoral, algo en lo que le seguiría IU. Pero para que esto ocurra, el ala derecha debe alcanzar un grado de hegemonía en el movimiento que está lejos de tener.

19) Es más fácil orientarse en los fenómenos políticos nuevos cuando tomamos en cuenta que necesariamente son internacionales, aunque en cada país aparezcan refractados a través de las circunstancias concretas del país. Pareciera que en Grecia vamos a ver en vivo y en directo el desarrollo lógico del movimiento. El día 27 hubo una enorme concentración en la plaza Sintagma, frente al Parlamento griego, a imagen y semejanza del Movimiento 15M español, que continúa. Allí se llaman "los nadie". Estamos hablando de Grecia, país donde se han dado ya múltiples huelgas generales y luchas estudiantiles y obreras contra los planes de ajuste y el "rescate". La oposición entre la lucha obrera y popular contra los rescates y este nuevo movimiento que tiene la misma base que en España es aún embrionaria pero empieza a desarrollarse. En la plaza Sintagma la única bandera que se ve es la griega. No hay banderas rojas. Hay gente que canta el himno de Grecia. Rechazan los partidos y sindicatos, se reivindican "ni de derechas ni de izquierdas" y la prensa informa de que hay pequeños empresarios en la concentración. Se empieza a insinuar que éste es un método de lucha eficaz, mientras que las innumerables huelgas generales no lo son. Es decir, empieza a disputar con el movimiento obrero la dirección del descontento, para llevarlo, como en España, al callejón sin salida del "perfeccionamiento de la democracia". La única razón por la que en España la contraposición no es tan clara es porque aquí no hay resistencia obrera amplia como en Grecia.

20) Partiendo de estos análisis y caracterización es cómo hay que perfilar la actitud de los comunistas revolucionarios ante este movimiento.
Se trata de un movimiento de tipo democrático pero no consecuente, interclasista pero con un fuerte componente popular y dirigido por una corriente de clase media asalariada ideológicamente burguesa. Cualquier otra definición es un embellecimiento.
¿Es progresista o reaccionario el movimiento? ¿Lo apoyamos o nos enfrentamos frontalmente a él?
Nuestra actitud hacia el movimiento es positiva por ahora. Llamamos a la clase trabajadora a participar en las movilizaciones que convoque. Es que lo consideramos globalmente progresista por tres razones:
-Ha elevado enormemente el nivel del debate político en la población. El Movimiento 15M ha colocado en el debate público muchas cosas que hasta ahora, por culpa del consenso entre los partidos parlamentarios en trorno a las medidas de la UE, no se hablaba.
-El movimiento se basa en la movilización, aunque sea "cívica", "pacífica". Su principal exponente son acampadas triplemente ilegales (contra la normativa de cada Ayuntamiento, contra lo dictaminado por la Junta Electoral Central, contra la jornada de reflexión). Van creando una legitimidad para la movilización por encima de la legalidad formal en la mente de amplias capas de la población. De todos modos, es necesario matizar esto: los dirigentes del Movimiento no tienen ninguna intención de desafiar abiertamente la legalidad. El día 16 de mayo se hablaba en Madrid de una manifestación para la misma jornada de reflexión el día 21. Como esto era totalmente ilegal y hubiera desatado represión con seguridad, la idea se abandonó sin más explicaciones. Todas las manifestaciones y concentraciones siempre son "legales". Pese a la inquina contra las "organizaciones" siempre han sido afiliados de un sindicato los que han realizado el trámite legal.
-El movimiento ha significado el bautismo de fuego de toda una nueva capa de activistas, cuya evolución es impredecible.
Al mismo tiempo, llevaremos una lucha al interior del movimiento combatiendo el "ciudadanismo" y defendiendo la prioridad de las reivindicaciones obreras de detener las agresiones.

21) Pero otra cosa son los organismos que están a la cabeza del movimiento. DRY se autodefine como una plataforma de individuos y organizaciones (en organizaciones excluyen partidos políticos y sindicatos) que apoyen su manifiesto, sin más condiciones para su adhesión. En su manifiesto se define su posición como por encima de las ideologías y de las clases. Eso significa que bajo ninguna circunstancia los comunistas revolucionarios pueden identificarse con DRY sino que por el contrario deben combatir a brazo partido la influencia de sus ideas deletéreas sobre el movimento.
En cuanto a las acampadas, está justificado participar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que ésto sólo se puede hacer con métodos clandestinos, ya que en las acampadas se prohibe toda expresión propia de organizaciones concretas. Se permite decir cualquier cosa "a título personal" (como si no fuera lógico que los miembros de una organización hayan discutido previamente sus posiciones, que es para lo que sirve la organización).
Es absolutamente vital que las organizaciones revolucionarias aparezcan en las movilizaciones con sus propias banderas e insignias, que abran brechas en la estupidez totalitaria antipartido que domina en el movimiento. En este sentido, saludamos la actitud de Clase contra Clase, Corriente Roja y En Lucha mientras que no podemos más que condenar a Izquierda Anticapitalista que, parece ser que en todas partes, está camuflándose en el movimiento como lo haría un camaleón.

22) En cuanto a las asambleas de los barrios. Estas asambleas ya están resultando conflictivas, al menos en Madrid. Es que nunca está claro si las asambleas son para llevar a los barrios las consignas del movimiento 15M o para que los vecinos debatan y levanten sus propias reivindicaciones. El sector dirigente apuesta por lo primero, mientras que los sectores de "izquierda", autónomos, del movimiento, apuestan por lo segundo.
Nosotros debemos impulsar las asambleas de los barrios en la segunda línea, la de que los vecinos tomen el control, pasen por encima de las consignas del Movimiento 15M y levanten sus propias reivindicaciones y planes de lucha. Ahora bien, debemos combatir las ilusiones de muchos sobre que eso es "democracia directa", doble poder. El doble poder es poder. Las asambleas populares argentinas del 2001 fueron un embrión de doble poder porque votaban que se vuelva a dar luz eléctrica a un barrio y lo hacían por la fuerza, votaban fuera una comisaría y la asaltaban. Ninguna asamblea de barrio emanada del Movimiento 15M se plantea nada de esto. Entre todos los lemas del Movimiento, el más dañino es "tenéis el gobierno pero nosotros tenemos el poder". No es cierto, no tenemos el poder, tomarlo precisamente es el final del camino emprendido y la mayoría no quiere recorrerlo.
Tampoco estamos de acuerdo con la línea de utilizar las asambleas de barrios para la extensión del movimiento para que se convierta en la base para un llamamiento a una "Asamblea Constituyente". Para nosotros, la asamblea constituyente es la reivindicación central en una revolución democrático burguesa, incluyendo la que de forma "permanente" se transforma en socialista en un país atrasado. Asamblea constituyente es una reivindicación pertinente a la salida de una dictadura. Pero asimilar la existencia del Movimiento 15M a que la mayoría de la población no considere que haya "democracia", asimilarlo a la salida de una dictadura, es puro impresionismo. No sabemos si en el camino hacia la dictadura del proletariado en España habrá una asamblea constituyente, ni si tendremos que participar en ella, pero la asamblea como tal no forma parte de nuestras consignas hacia el poder obrero.

23) ¿Qué reivindicaciones impulsaríamos en comisiones de acampadas o en asambleas de barrios? El eje de toda nuestra agitación debe ser: la culpabilidad de la crisis no está en los banqueros ni en los políticos sino en el mismo sistema capitalista. No podemos ni debemos aceptar ninguna medida de la patronal, la impulse el gobierno o la Unión Europea. En lugar de centrar al movimiento en cambiar la Ley Electoral para que sean otros partidos o un gobierno multipartidario el que siga aplastándonos, centrar todo el movimiento en parar el paquete de medidas: ni recortes salariales, ni congelaciones, ni reforma de pensiones, ni reforma de las cajas, ni privatizaciones. Y por la positiva, por la nacionalización sin indemnización bajo control obrero de la banca y las grandes empresas. También por la positiva el programa democrático consecuente, con república, autodeterminación y derogación de la Ley de Partidos. A nivel ultrapropagandístico está el tipo de gobierno que podría llevar a cabo estas medidas y el tipo de partido que hace falta para conseguirlas. Pero para nosotros el eje no es que el Movimiento adopte un programa anticapitalista en lugar del programa democrático que actualmente enarbola, hacer votar en acampadas y asambleas programas "rojos" en lugar del de DRY. Lo fundamental es cambiar el eje del movimiento de la democracia formal superficial (sin república ni autodeterminación) a poner en el centro las necesidades inmediatas de la clase trabajadora y los explotados, es decir, en parar las medidas.
Esto implica romper el movimiento en la medida que es un movimiento interclasista que incluye sectores burgueses. Es la forma concreta de luchar por la independencia de clase del proletariado y por una dirección proletaria para el movimiento.
Sería importantísimo para que esto pudiera concretarse que existiera algo así como una "fracción estatal comunista revolucionaria del Movimiento 15M" (que tendría que ser informal y no presentarse como tal) producto de un acuerdo, aunque sea de mínimos, entre las fuerzas marxistas que intervienen en el movimiento. Es poco probable que llegue a nacer pero vamos a explorar la posibilidad.

24) Mientras sigue en marcha el Movimiento 15M, en el Congreso se está votando el recorte a las pensiones aprobado por empresarios, patronal y sindicatos en el ASE. Esta votación está pasando desapercibida totalmente al Movimiento. Al mismo tiempo, la negociación entre patronal y burocracias sindicales sobre la reforma de la negociación colectiva ha reventado, por la intransigencia de la patronal que ya se imagina al PP en el gobierno y quiere más. Esto con toda probabilidad dará lugar a movilizaciones obreras. Son posibles varios escenarios. El mejor sería que, ya que se ha roto la negociación por la intrasigencia patronal, que entonces el gobierno cumpliera su amenaza de resolverlo por decreto, que el decreto fuera similar a lo pedido por la patronal y que entonces CCOO y UGT se vieran en la tesitura de tener que convocar movilizaciones en un contexto en el que se les podrían ir de las manos.
Sin embargo, lo más probable es que el decreto del gobierno se base en el borrador de acuerdo ya alcanzado, que Rosell iba a firmar; aunque contiene retrocesos para la clase trabajadora, CCOO y UGT ya los habían acordado y se opondrían a las movilizaciones, mientras que CGT y la izquierda sindical se verían obligadas a responder. Una respuesta que en este estado de desmovilización de la clase trabajadora será minoritaria y simbólica y difícilmente un polo de atracción para los sectores movilizados por el Movimiento 15M.
En ambos casos, o en otros intermedios que pudieran darse, podemos preveer que el Movimiento 15M va a ser ajeno totalmente a la movilización, ya que no hostil, con lo que quedará al descubierto su carácter ante los sectores más avanzados. ¡Una huelga no es precisamente la mejor forma de poner en práctica la "lucha pacífica" "no violenta" que preconiza el Movimiento 15M! Que ese desenmascaramiento conduzca a algo no lo vemos muy probable, aunque proporcionará un terreno para la actuación de la izquierda revolucionaria.

25) De todo lo anterior se desprende que la orientación estratégica que debemos tener en el movimiento es pedir que convoque una jornada estatal de lucha (como, cada uno a su modo, piden Clase contra Clase, Corriente Roja, El Militante y otros). Esto parece haberse conseguido, porque en la "#interacampadas" de los días 3-5 de junio se han aprobado dos jornadas de lucha, una para el 11 de junio (cuando se constituyen los nuevos ayuntamientos) y la otra para el 19 de junio.

Sólo hacemos la precisión de que la jornada de lucha que preconizamos es por la derogación de todos los decretazos, por el retiro de los paquetazos y no por un cambio en la Ley Electoral. En una jornada así, la participación con rol protagonístico de las organizaciones obreras, en primer lugar, de sindicatos, sería inevitable. Y una jornada así ya es estaba convocando para ese día 19 de junio (Marcha sobre Madrid, caminemos junt@s contra la crisis y el capital, convocada por la Coordinadora de Barrios y Pueblos en Lucha de Madrid y otros organismos). DRY está planteando que la movilización del 19J sea contra el "pacto del Euro", lo cual es totalmente correcto. Además, plantea apoyar la Marcha sobre Madrid. Pero hay sectores del Movimiento 15M que ya están impulsando, aprovechando la vaguedad de lo aprobado en "#interacampadas", que lo que hay que hacer es movilizarse el 19J por la tarde, de forma separada de la movilización obrera, sin "sindicatos" ni "partidos". Un resultado de ésto si se diera será el fin del equívoco sobre que el Movimiento 15M sea el "movimiento de los movimientos". O ese día queda reducido a "uno más" o abiertamente aparecerá como un movimiento divisor y antiobrero.
GCI, 5 junio 2011

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