martes, 17 de junio de 2014

JUAN CARLOS I ABDICA DEL TRONO:

ABAJO LA MONARQUÍA
El próximo día 19 Felipe de Borbón será proclamado rey. La abdicación de Juan Carlos a causado una conmoción en todo el Estado. La caída en picado de la popularidad de la monarquía, envuelta en todo tipo de escándalos, a propiciado poner en marcha una operación que cambie el monarca para que todo siga igual. Pero esta maniobra, contrariamente a lo que pretendían, ha sido el detonante para el surgimiento de un movimiento masivo por la república.

La misma tarde del anuncio de la abdicación las plazas de las principales ciudades se llenaron de gente reclamado un referéndum y la república.
La exigencia de un referéndum para elegir la forma de estado es totalmente comprensible, es un derecho democrático básico. No tenemos que aceptar que nos impongan un jefe del estado que no lo ha elegido nadie. A su padre lo eligió Franco, Felipe será el heredero del sucesor del sangriento dictador. El argumento de que ya se votó la Constitución que entronizaba a la Monarquía es engañoso.
Las Cortes que hicieron la Constitución no fueron verdaderamente Constituyentes, no se pudo elegir entre República o Monarquía. Esta había sido impuesta ya. La Constitución fue el pacto entre el aparato de estado franquista, las fuerzas de derecha y el PSOE y el PCE, para darle carta de naturaleza “democrática” y continuidad a la institución impuesta por el dictador. Si se quería tener ciertas libertades había que aceptar la Monarquía sí o sí. Cuando se votó por primera vez el 15 de junio de 1977 los partidos a la izquierda del PCE, que habían llevado una tenaz lucha contra el franquismo, no eran legales. Tuvieron que presentarse bajo otras denominaciones de coaliciones que no conocia nadie. El rey nombró a dedo a buena parte del Senado y sólo tuvieron derecho a voto los mayores de 21 años, que era la mayoría de edad del franquismo.
Esto fue así porque querían preservar los intereses de los capitalistas, terratenientes, obispos y grandes funcionarios franquistas. Alumbraron un régimen que les daba estabilidad para mantener intactos sus privilegios, con el inestimable apoyo del PSOE y PCE.
Aunque el nuevo rey sea proclamado, el carácter antidemocrático de la institución seguirá vigente. La lucha por la república seguirá siendo legitima y necesaria.
Necesaria porque la monarquía es el régimen tras el que se escudan los explotadores y poderosos.
Si queremos cambiar el actual estado de cosas al que nos han llevado los gobiernos del PP y PSOE, los dictados de la UE y la Troika, recuperar derechos y conquistas y dirigirnos a una salida favorable a l@s trabajadores/as y el pueblo, debemos combatir a este régimen.
Pero si en el proceso de esta lucha los capitalistas y sus secuaces se vieran empujados a sustituir la monarquía por una república, sería sólo una secuela de la lucha y una forma de frenarla. Por eso al lado de las demandas de más democracia hay que levantar reivindicaciones de carácter anticapitalistas, que pongan en pie a l@s trabajadores/as con sus propios métodos de lucha (huelgas, piquetes, etc.), impulsando organismos de autoorganización que lleguen a ser la base de una verdadera república de l@s trabajadores/as. En este marco los derechos democráticos, como el de autoderterminación, estarían totalmente garantizados.

  • ABAJO LA MONARQUÍA. NO A LA SUCESIÓN. FELIPE VI NO DEBE REINAR
  • IMPIDAMOS CON LA LUCHA LA MANIOBRA MONÁRQUICA
  • DERECHO DE AUTODERMINACIÓN PARA LAS NACIONES OPRIMIDAS. QUE CATALUNYA CELEBRE SU CONSULTA.
  • POR UN GOBIERNO PROVISIONAL DE LOS TRABAJADORES QUE GARANTICE UN PROCESO CONSTITUYENTE
  • POR LA FEDERACIÓN DE REPÚBLICAS SOCIALISTAS IBÉRICAS

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